El rincón de los lectores del IES Gabriel Miró

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jueves, 23 de marzo de 2017

Huellas del pasado: de pánico al hermetismo


El grito, de E. Munch.
Una de las partes más destacadas y recurrentes de la mitología griega es la que se refiere a sus divinidades. A partir de ellas, surgen numerosas historias que hemos convertido en tópicos para referirnos a comportamientos humanos: todos hacemos alusión al mito de Sísifo cuando nos enfrentamos a un problema ingente e imposible de solucionar, o recordamos al Ave Fénix, cuando superamos un obstáculo que nos tenía sumidos en la desesperanza. Sin embargo, la influencia de los dioses griegos y latinos no se reduce a los mitos, sino que, como vemos con la etimología de las siguientes palabras que nos ofrece D. Javier Murcia, han tenido influencia en el origen de muchos vocablos. 




PÁNICO
 
El pánico es “un miedo extremado o muy intenso”. Esta palabra aparece en nuestro idioma a mediados del siglo XVII; procede del griego panikón, a partir de la expresión: deima panikón que significa “terror causado por Pan”.
Pan era un dios campestre; tenía cara barbuda con una expresión de astucia bestial. Llevaba dos cuernos en la frente; tenía el cuerpo velludo y sus miembros inferiores eran de macho cabrío. Sus patas, secas y nerviosas, terminaban en pezuñas hendidas. Era rápido en la carrera y trepaba con facilidad por las rocas.
A este dios se le atribuían esos miedos irracionales que súbitamente asaltaban a los hombres en los lugares solitarios y aislados; en especial, se le atribuían los ruidos sin causa aparente que se escuchaban por los montes y los valles.
El nombre del dios se ha relacionado con el término griego πᾶν que significa “todo” y tenía que ver con su origen; una versión muy curiosa del mito nos cuenta que Penélope no había sido fiel a Ulises durante su larga ausencia, sino que se había acostado con “todos” los pretendientes y fruto de estas relaciones había sido este ser tan peculiar.

HERMÉTICO: 
 
Según el diccionario significa “impenetrable, cerrado”, “que no deja pasar el aire u otros fluidos”. Procede del latín medieval hermeticus. En esta palabra se ve claramente el nombre del dios griego Hermes.
Los griegos asociaron al dios Hermes, mensajero de los dioses y patrón de los comerciantes, con el dios egipcio Tot, dios de la sabiduría y patrón de los magos. Se creó así la figura de Hermes Trismegisto (“tres veces grande”) un supuesto sabio egipcio creador de la alquimia y de todo un sistema de creencias místicas, oscuras y cerradas. A esta corriente filosófico-religiosa se le llamó a partir de su nombre: “hermetismo”. Durante la Edad Media los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto fueron muy populares y se conocían como Hermetica.
HERMAFRODITA.

De Hermes también procede la palabra “Hermafrodita”; del latín Hermaphroditus, que a su vez procedía del griego Hermaphróditos. Con este nombre se llamaba en la mitología al hijo que nació de las relaciones adúlteras de Hermes y Afrodita y que participaba de los dos sexos. La forma en –a de nuestro idioma debe ser por la influencia del francés hermaphrodite.

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