Tras el necesario parón vacacional, vuelve a nuestro blog la sección de etimología que nos trae cada semana el origen de distintos términos sugeridos por el profesor de griego de nuestro centro D. Javier Murcia. Esta semana nos llega una palabra frondosa y peliaguda.
Asomaos, como siempre con curiosidad, al acantilado...
MOSTACHO
Esta palabra procede del griego μουστάκιον
que es el diminutivo de μύσταξ, “labio superior” y “bigote”. En Época Bizantina
los poblados bigotes de los griegos llamaron la atención de los viajeros y esta
palabra pasó a Occidente con este valor.
Se la considera en español como un italianismo, pues en aquella época eran los
venecianos y los genoveses, grandes comerciantes en el Mediterráneo oriental,
los que trataban con los griegos. El italiano mostaccio influyó en todas las lenguas europeas: en francés moustache de donde pasó al inglés mostache; En español está atestiguada en
el siglo XVI con el valor de “bigote grande y espeso”.
Curiosamente en español ya se empleaba
desde el 1475 la palabra “bigote” que es de origen incierto; tal vez procedente
de bi God “por Dios”; era un
juramento que se empleaba como apodo para llamar a las personas con bigote; esta
expresión vino de Francia, pues hay pruebas de que la moda de llevar bigote
llegó a Castilla desde ese país en el siglo XV.