Ágape
Los pétalos de los cerezos en flor
caían con suavidad, mecidos por la gracia del viento, y acompañados por las
risas de los estudiantes, que comenzaban un nuevo curso escolar. Comenzó a recordar esos días no tan lejanos donde se
reía, lloraba y disfrutaba de la vida como todo adolescente ; pero junto a esos
alegres recuerdos, le pasó por la mente aquel día que no aguantó más y se
liberó. A lo lejos vio aproximarse una larga cabellera negra y un cuerpo
delgado, acompañado de una piel blanca como la nieve. Sonrió y se acercó a ella
para hablarle como cada mañana.Ella sintió un frío alrededor suya y él recordó
que ella no lo podría ver más.
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