El rincón de los lectores del IES Gabriel Miró

El rincón de los lectores del IES Gabriel Miró

domingo, 28 de febrero de 2021

Nadie sabe quién eres

 


NADIE SABE QUIÉN ERES

Te entiendo y a la vez no. Te ayudo y a la vez te daño. Te quiero y a la vez te odio. Te sueño y a la vez te olvido. Te creo y a la vez te destruyo. Te soy sincera y a la vez te miento. Te ahogo y a la vez te salvo. Te doy la vida y a la vez te mato. Soy a la única persona a la que siento de verdad, soy a la única a la que contradigo. Soy yo misma a la que escribo esto, soy yo misma la que me desconozco. Si supiera tan solo como soy, sería todo más fácil, pero lo difícil es que yo misma decido quién ser, y yo decido no tener definición como persona.

Vinos de buena Esperanza


Vinos de buena Esperanza

 En el río principal de Sheznaya yacía una joven y hermosa mujer con una cabellera color granada extendida, los pájaros cantaban a su alrededor y la corriente hacía que su cabello decolore el río de rojo. Estas aguas rojas pasaban por un manantial para llegar a los barriles de los insignificantes humanos que luego llenaban sus vasos, esto pasaba sucesivamente y los cabellos de la chica cada vez iban tornándose de un color oscuro cómo el carbón mientras que los insignificantes humanos seguían bebiendo y bebiendo esta agua saboreando su pureza y la esperanza que traía.



Sentimientos ocultos


SENTIMIENTOS OCULTOS

Entiendo que esto es básicamente nada...

Que estoy sentada sobre la arena, con la suave brisa de verano y la humedad de la noche sobre mí. Escucho el suave ir y venir de las olas del mar que rompen en la arena gracias a la marea alta. Las olas no son delicadas como las alas de mariposas, si no mas bien son salpicaduras fuertes de espuma salada mezclada con la oscuridad de la noche. Son las 3.10 de la mañana me siento cansada pero a la vez en paz conmigo misma, cosa que de normal no suele ser así...puedo sentir la delicada arena fina y fría sobre mis dedos de los pies, haciendo que sienta incomodidad, como cadenas en mis pies. Veo desde aquí, las luces de las ciudades cercanas titilantes en la lejanía, las boyas amarillas balancearse hundidas entre las olas...un escalofrío de tranquilidad me recorre de pies a cabeza, eso me indica que aunque no lo parezca, aún me quedan sentimientos.

La mentira

LA MENTIRA

Un día, yo inocente, sin pensar que nada malo pasaría, fui a mi casa con una mala nota del colegio, al ver a mi madre, me entró miedo, empecé a sudar, a ponerme nerviosa, entonces, sin darme cuenta mi boca dijo una frase que mi corazón no pensaba, que no era verdad, era una mentira. Mi madre con cara de felicidad, dijo; ‘estoy orgullosa de ti hija’, en ese momento me sentí mal, sentí un nudo en el estómago, pero en esa situación no podía hacer nada más que callarme y seguir adelante. Pasaron días, semanas, y en todas decía una mentira, cada vez me sentía más y más pequeña, hasta que un día mi familia descubrió la verdad, me sentía vacía, avergonzada y mal... Ahí fue cuando reflexioné, pero ya era muy tarde como para reflexionar.
Piensa y actúa, no actúes y pienses.

Las mujeres invisibles

 LAS MUJERES INVISIBLES

En esta historia no hay protagonistas, las personas que deberían aparecer no están.
No han muerto, no han desaparecido, simplemente, no están.
Son las mujeres que no tienen presencia en el mundo, no existen. Nacieron en lugares donde siendo niñas ya empezaron a desaparecer. Sus padres ya sabían que nunca serían nadie, no irían a la escuela y serían propiedad de un hombre.
Ellas no opinan, no tienen vida propia, no pueden huir de su destino y sus vidas invisibles se nos escapan cada día.
Sus cadenas invisibles las sujetamos todos cerrando los ojos, convirtiéndonos en sombras.
Con la confianza de que algún día ninguna mujer se nos escape sin darnos cuenta de la forma en la que desaparecieron sin merecerlo.

Categoría C


1. Entre sueños




Un trozo de la tierra

 Un trozo de la tierra

Era una tarde sin viento. El Sol estival se perdía poco a poco en el horizonte de la llanura a las afueras de
la ciudad, perturbada solamente por el emplazamiento del gigante. Guardaba la entrada el mismo gigante,
esperando batirse con quien fuera que el campo atravesase. Esa tarde, alguien quiso ver el Sol y no pudo.
Esa tarde un forastero reclamaba la llanura. Fue entonces el duelo acordado entre ambos: uno por la gloria
en la lucha, otro por un trozo de la tierra. A la luz del Héspero, el caminante de la llanura, haciendo oscilar su honda, hundía una piedra en la frente del gigante. Este desplomándose en un estruendo metálico de armas y armadura, aplastó con su peso el campamento que defendía. Habiendo escalado su cuerpo, vio por fin el horizonte. El ardor del atardecer alargaba la errante sombra de David.

Ictiótropos

Ictiótropos

Deambulan por las calles malolientes y ceñidos en la bruma portuaria, seres parte hombre parte pez. Cubren sus pieles escamosas con atuendos de todo tipo. Algunos visten gabardinas con la solapa por los ojos y un sombrero a la cabeza, otros, los he visto llevando chaquetas de cuero marrón, casacas de paño grueso e incluso chubasqueros amarillos con botas altas de goma. Cuando respiran, sus cuellos se abren y se cierran, exhalando siempre un vaho húmedo que inunda cada rincón de la ciudad. Si advierten un curioso cerca, inmóviles, lo asfixian con sus ojos tensos hasta que necesite huir. No sale mucha gente a la calle, de hecho, cuando yo lo hago, es solo para observarlos. Cada vez los veo más de cerca, cada vez me prestan menos atención, cada vez tolero más su hedor fétido. Existe quien teme a los hombres pez. Yo temo convertirme en uno de ellos.

El último día

El último día

 Hoy es un día muy especial, tengo que estar lista y coger mis mejores galas. Dentro de poco iré a visitar a mi novio porque está condenado a muerte y debo darle el último adiós.
¡Creo que ya sé qué escoger! Me pondré el vestido ajustado que tanto me gusta, acompañado de estos tacones negros que me estilizan bastante y, finalmente, me pondré un poco de rímel, nada más, nunca me ha gustado maquillarme mucho.
Ya salgo de casa y me dirijo a la prisión, estoy bastante nerviosa. ¡No me creo que esto esté pasando! Me siento hasta fuera de mi propio cuerpo. Pero cuando vi a aquel estúpido gritar y patalear mientras pedía ayuda como un niño pequeño, entendí que estaba muy arrepentido de haberme matado. Recordaré para siempre lo que le dije: “¿Era para siempre, no?”. Ya puedo ir en paz.

Lo siento

 Lo siento.

Lo siento.
Tan solo dos palabras que pueden llegar a representar miles (pero saliendo de tu boca ya no tienen significado alguno).
Realmente lo siento, no por ti, sino por mí, que he adoptado un corazón roto, desdichado, que ya no cree en el amor, con la intención de remendar cada una de sus heridas, completando las grietas con pedacitos del mío propio (perdiendo el amor por mí misma por dártelo todo a ti).
Una discusión.
Dos, tres, cien.
Mil.
Finas líneas acuosas fluyen de mis lagrimales e intento aferrarme al amor que hay escondido profundamente bajo tus perniciosas palabras, que escapan entre tus labios sin la menor compasión.
Ya no río.
Ya no lloro.
Ya no sabría decir si me dueles.
Ya no sabría decir si lo siento.

Entre sueños

Entre sueños

Creo despertar con la angustia de perderte.

Mientras mis sentidos se ordenan, logro ver humo de unas velas ya extinguidas que fueron testigos del más crudo significado del amor. Trago saliva, la boca me sabe al ayer. Noto como se acerca por mi espalda una mano sucia de besos y arena, recorre mi cuerpo y acaba acariciándome el pecho.
Tras un suspiro, cierro los ojos. No merece la pena mantenerlos abiertos. Una voz susurra un “te quiero” intacto. El tiempo no consigue desgastarlo. ¿Estás ahí? Pregunto con cierta desesperación. Nadie responde. ¿Estás aquí? Insisto mientras me giro entre las sabanas obseso, ciego de mí no me atrevo a abrir los ojos y ver la realidad, que ya no estás.
Te busco con ansia. El movimiento abre las costuras sin curar de mi corazón, que dejan brotar de él una lágrima amarga y creo dormirme con la certeza de haberte perdido.

viernes, 26 de febrero de 2021

Categoría B

 



1.Pensamientos nocturnos

2. La verdadera cara sobre el amor

3. Eclipsis

4. Mangata

5. Optofobia

6. Algo más que palabras

7. El extraño ruido

8. El último ingreso

9. Canción para mí

10. Su mesita de noche

11. Sentimientos ocultos

12. Vinos de buena Esperanza

13. Nadie sabe quién eres

Su mesita de noche


Su mesita de noche

Qué contento está. Casi como cuando le dije que aprobé el examen de historia. Está incluso más contento aquí. Sus ojos brillan como nunca. Creo que hasta le saldrá una lágrima. Es muy probable que esté viviendo uno de los mejores momentos de su vida, o eso espero. Hace ya doce años de esto. Pero mamá dice que lo recuerda todo como si fuera ayer. Estoy seguro de que él también. Y entonces aparto la mirada un momento y se me cae el alma al suelo. Abro su armario, donde predomina el gris, su color favorito.
Me acuesto en su lado de la cama y espero un rato. Al levantarme, vuelvo a abrir su cajón de la mesita de noche y vuelvo a dejar la foto en su sitio.

Canción para mí



Canción para mí

 No puedo parar de escucharla. Mi madre, está… Feliz. Lo noto en sus ojos. Suena tan bien su piano… Todo lo que sé, lo aprendí de ella. Y entonces me mira, y me dice:
“Esta la escribí para ti” Y yo me dejo llevar por su música. Por todos y cada uno de los acordes que forman mi canción. Cuando mamá termina de tocar, se levanta, me abraza y me susurra al oído: La próxima vez que me visites, te la enseñaré y la tocaremos juntas. No lo puedo evitar. Se me escapa una lágrima y vuelvo a abrazarla. Entonces una oscuridad potente se apodera de todo y veo como el piano, la partitura e incluso mi madre se desvanecen poco a poco. Y yo corro. Corro hacia ella, y grito todo lo fuerte
que puedo que la quiero, que vuelva, que no sé vivir sin ella.

El último ingreso

 


El último ingreso
Desde aquel último ingreso en el hospital, nada había sido igual. Con tantas nuevas restricciones, había mejorado sus técnicas escondiendo comida y mintiendo a los celadores.
Pero aun así, aquello parecía una cárcel, ¡Suplicaba libertad!
Estaba harta de las rutinarias charlas psiquiátricas con esos monstruos que solo quieren que comas, de esas comidas en las que prestas más atención a las calorías que entran en tu cuerpo que a los dibujos animados o de esos estúpidos suplementos alimenticios.
Necesitaba salir de su habitación y subir a la planta de neonatos, para poder ver a aquellos bebés comenzar su vida y saber que la suya todavía no estaba perdida.
Pero esa semana no sería, pues no había vuelto a cenar y su encierro permanecía.

El extraño ruido


El extraño ruido

 Un día estaba, en mi habitación haciendo mis cosas, y de repente escuché un ruido extraño …….jjjjjrzzzjjj.
Al oírlo, ¡Se me pusieron los pelos de punta!
Abrí la ventana, pero no vi nada; y seguí a lo mío, pero enseguida volví a escucharlo ……. jjjjjrzzzjjj.
No sabía de dónde venía, y salí de casa al jardín a comprobar si ese extraño ruido venía de allí; pero todo estaba en orden y, al entrar en casa de repente lo volví a escuchar …….jjjjjrzzzjjj.
Me asusté y llamé por teléfono a mis padres, pero ninguno me lo cogía. Recordé que trabajaban y decidí esperar a que el ruido se volviese a escuchar, pero había parado, así que continué con mis quehaceres. Jjjjjrzzzjjj……. volví a escuchar, y supe de dónde venía, de arriba.
Rápidamente subí y abrí la puerta ……. y eran mi gato y mi perro jugando.
¿¡Cómo habrán llegado ahí!?

Algo más que palabras


Algo más que palabras

 Las palabras son unidades léxicas con un significado fijo, sin embargo, cada uno lo interpreta como quiere. 
Mientras ella gritaba la palabra “NO”, él y sus amigos se reían. Para ellos “NO” significa: empújame en medio de la calle, llévame a un callejón oscuro y bájame los pantalones. Mientras que para ella: déjame en paz, solo quiero volver a mi casa, tengo miedo.
Cuando al fin la dejan tranquila, teme que sus palabras al contarlo se interpreten de la manera incorrecta, por lo que decide no hacerlo. Cuando se descubre, unos la critican, otros la ayudan. Por desgracia en su país el aborto no es una opción y tendrá que tener al hijo recordando así la peor experiencia de su vida. Pero no le importa porque si el hombre que le dio ese regalo decidió que la palabra “NO”, adverbio de negación, significaba “adelante hazme lo que quieras”, ella se lo perdona.

Optofobia

Patricia Vesga : Titulo: la niña de mis ojos Técnica: óleo sobre lienzo  Dimensiones: 100 x 100 cm

Optofobia 
“Mírame” decía ella, y él la miraba.
“Mira esto” decía ella, y él lo miraba.
“Mira aquello” decía ella, y él lo miraba.
A ellos les encantaba ver el mundo juntos, eran como uña y carne.
Pero en el momento en que ella cerró los ojos para siempre, él decidió hacerlo también,
pues
tenía miedo de abrirlos y no poder mirarla. Su mente creaba una imagen de su amada,
porque esa era la única forma de poder verla y hablar con ella, y eso era lo único que le
importaba. Así esperaría a que su corazón dejara de latir y pudiera ir hasta donde estaba
ella, para poder acompañarla, escucharla, abrazarla y mirarla.

Mangata

NOCHE ALICIA INES MARTINEZ LINARES - Artelista.com

Mangata 
 Apenas sonó la primera campanada anunciando el fin de la misa nocturna, salí corriendo de la
iglesia mientras oía la lejana voz de mi madre llamarme. Seguí corriendo hasta llegar a la
playa, donde me senté abrazando mis piernas. Ella decía que aquella voz era peligrosa y
trataba de alejarla de mí, pero yo la sentía tan real que empezaba a cuestionarme si realmente
habías fallecido aquel día. Lágrimas empezaron a caer por mi rostro al no saber qué creer y
cómo actuar. Pero volví a escucharla y levanté la cabeza, distinguiendo tu silueta en la barca
con la que saliste a pescar hace meses. No dudé ni un segundo en correr hacia ti, siguiendo el
camino de luz que dejaba la Luna sobre el mar, sin saber que mi madre tenía razón y esa
misma voz fue la que te mató.

Eclipsis

Eclipse solar (óleo) | Exposiciones

Eclipsis
 “Una leyenda cuenta que hace millones de años dos estrellas llamadas Sol y Luna estaban
enamoradas. Pero Tea, la madre de Luna, indignada al ver que su hija en vez de tener a un
planeta seguía a otra estrella, informó a los dioses del universo. Estos dejaron a la Luna sin
luz, separándola en dos y reduciéndola a un simple satélite de su otra mitad, el planeta Tierra.
Al Sol le arrebataron el alma y lo convirtieron en un ser capaz de vivir solo en ese planeta,
destinado a reencarnarse y esperar a que envíen con él a su amada. Según dicen, hoy se
cumplen 17 años de su última reencarnación”.
El timbre sonó justo después de que el profesor acabase de contar la historia. Al salir del aula
escuché al profesor decirme “Feliz cumpleaños, Helio”, le agradecí y me despedí, aún
sorprendido por aquella leyenda.

La verdadera cara sobre el amor

MASCARADA DE AMOR Jesus Villamil Gomez - Artelista.com


 La verdadera cara sobre el amor

Muchas personas preguntan que es realmente el amor, el amor es la sensación de
cuando ves a la persona que de verdad quieres y empiezas a sonreír como una tonta, o
cuando te dice un piropo y tú te pones nerviosa. El amor ahora mismo solo consiste en
besos y poco más, pero lo importante en una relación es el respeto, las caricias que te
hacen sentir mariposas en el estómago, sentir que es persona sí que es para ti y no
utilizarla como muchos jóvenes hacen ahora. También se le puede llamar amor, cuando
ves a la persona que te gusta con otro y te pones celosa, pero son sentimientos que nos
salen sin querer, claro está mientras que no sea tóxico, pero bueno el amor es un
sentimiento que todos en un momento viviremos y sentiremos y nunca querremos que
se acabe.

Pensamientos nocturnos

 Pintura Al óleo Original De La Noche De Invierno Fotos, Retratos, Imágenes  Y Fotografía De Archivo Libres De Derecho. Image 91359498.

Pensamientos nocturnos

¿Qué sucede si un día despiertas y te das cuenta de que las personas han desaparecido?

No hay nadie, no encuentras a tu familia, no hay coches circulando en la calle, están

abandonados igual que las casas. No hay más Sol aun siendo las 3 de la tarde, tampoco

hay cielo ni tampoco estrellas. No hay nada, solo oscuridad, como si el Sol se hubiese

apagado, lo mismo que cuando apagas una lámpara, no sé qué está pasando solo sé que

tengo una duda ¿Estoy completamente sola?

Certamen de microrrelatos: Categoría A

 

TIEMPO DE ESCRITURA Carmen Martín Villalba - Artelista.com

1. Una infancia desolada

2.  Insania

3.  A todos por igual

4.  La leyenda del cumpleaños

5.  Viernes

6.  ¿Y si no hubiera nacido Einstein?

7. Las mujeres invisibles

8. La mentira

¿Y si no hubiera nacido Einstein?

Zarura oleos - Oleo de 35x45cm de Einstein solicitado por... | Facebook

¿Y si no hubiera nacido Einstein?

 Bueno…Ahora estamos tú y yo, no sé donde estarás leyendo esto pero…alguna vez te
has planteado por qué vivimos, para qué servimos y por qué existimos. Yo he de decir
que sí y muchas veces. Porque, para qué todo, por qué nos crearon nuestros padres.
Quizá fue porque querían formar una familia…pero en el fondo debemos existir para
algo ¿no? o eso es lo que yo creo.
Si los padres de Einstein no hubiesen querido tener un hijo, hoy no entenderíamos
muchas cosas, pero claro si no hubiese existido Einstein habría nacido otro gran
científico que descubriese lo de Einstein.
Me entiendes ahora, quiero decir, entiendes que al final en la vida siempre ocurre algo
aunque tú no hagas que ocurra pero, siempre hay alguien que lo hace por ti. Y con esto
quería demostrar, de alguna forma, que la vida en el fondo parece que ya está escrita.

Viernes

Noche de tormenta | marta de la peña

Viernes 
 
Era un viernes por la noche, lluvioso, la verdad tenía un poco de miedo ya que estaba
sola en casa.
Mis padres estaban fuera de la ciudad, por lo que me daba aún más miedo.
Para cenar pedí una pizza porque me daba pereza hacer la cena, después de cenar, me
fui ha la cama ya que estaba cansada.
Pero no me dormí, me quedé viendo el móvil cuando, de repente, escuché unos pasos en
la cocina, juraría que no eran mis padres, ya que iban ha regresar el lunes.
Me armé de valentía y bajé las escaleras con miedo. De momento vi una sombra grande
y robusta.
Oí unos pasos venir hacia mí, por lo que salí disparada hacia mí cuarto. Entré y cerré
con llave.
Unos minutos después ya no se oía nada, cuándo sentí un golpe en la cabeza, y me
desmayé.