Vinos de buena Esperanza
En el río principal de Sheznaya yacía una joven y hermosa mujer con una cabellera color granada extendida, los pájaros cantaban a su alrededor y la corriente hacía que su cabello decolore el río de rojo. Estas aguas rojas pasaban por un manantial para llegar a los barriles de los insignificantes humanos que luego llenaban sus vasos, esto pasaba sucesivamente y los cabellos de la chica cada vez iban tornándose de un color oscuro cómo el carbón mientras que los insignificantes humanos seguían bebiendo y bebiendo esta agua saboreando su pureza y la esperanza que traía.
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