Del colegio
Recuerdo que monto en el coche con la intención de recoger a mi hija del colegio. Voy bien de tiempo, así que voy a una velocidad normal. Recuerdo que ajusto el espejo que mi marido mueve siempre que coge el coche. Recuerdo que enchufo la calefacción, estamos en pleno enero. Veo el semáforo en rojo y freno lentamente. Pestañeo. Siento una enorme presión sobre mi pecho. Cuando abro los ojos veo un lugar solitario, en tonos blancos y verdes muy tenues, a juego con mi atuendo. Dirijo la vista hacia mi marido y a mi hija, la cual está más alta que de costumbre. Están sentados en un rincón de esta frívola habitación. Mi marido deja caer lágrimas por su rostro al verme despierta, pero yo no le doy importancia y me dirijo a mi hija para preguntarle quién la ha recogido del colegio.
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