La
pérdida de Marcos
Era
un día de verano. La casa estaba fría y gris.
Una
incertidumbre alocada seguía dando vueltas por su cabecita desnuda.
-¿Dónde
los habré perdido? -decía.
Marquitos
era un niño inquieto; sobresalía de los demás por su
hiperactividad, y pensaba
que
sus nervios tenían la culpa de que los hubiera perdido...
Su
mamá llevaba semanas escondiéndose, a lo que Marquitos imaginó que
estaría molesta.
José,
el papá de Marcos, también estaba raro ultimamente, y además solía
beber mas que de costumbre. (Marquitos también pensó que su papá
estaría enfadado)
Pasaron
cuatro semanas, y Marquitos no podía ir al colegio, ni al parque.
-Estaré castigado- decía
Llegó
el día de su “excursión” al médico. La mamá y el papá de
Marcos transmitían cierta esperanza, y Marcos estaba muy contento,
porque si el médico “quería” tendría pelitos nuevos en la
cabeza; podría volver al cole y al parque, y sus padres dejarían de
estar enfadados con él.
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