EL
SECRETO DE LOS SUEÑOS
Mike
llevaba una vida increíble. Soñaba lo que tenía y tenía lo que
soñaba. Su rostro dibujaba una sonrisa permanente, demasiado sincera
como para describirla con palabras.
Era
capaz de viajar a la luna, de brillar por encima de ella, de recorrer
el infinito, (pese a que muchos decían que era imposible).
Vivía
soñando, no bajaba los pies a la Tierra en ningún momento, sino que
había conseguido subir la Tierra hasta donde se encontraban sus
pies. […]
Andrea
cerró en aquel momento el libro que estaba leyendo y pensó que
vivir de tal modo solamente era posible en historias absurdas como
esta, o como diría Mike, en increíbles y apasionantes historias.
Y
es que solamente es capaz de cumplir sus sueños aquel que sueña con
los ojos abiertos.
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