Lo
confieso, mentí
Hace no mucho tiempo me preguntaron si estaba
enamorado. Dudé un instante y respondí que no, sin embargo, mentí.
Estaba enamorado de las frías mañanas de invierno y
de las cálidas noches de verano.
Enamorado de las discretas sonrisas y de las
miradas cómplices.
Enamorado del silencio y de la música, de los
buenos libros y de los chistes malos.
Enamorado de llorar al final de las películas y de
reírme en cada instante.
Enamorado de salir con mis amigos y de estar con
mi familia.
Enamorado de vivir.
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