Regresamos con nuestra cita semanal de la sección Huellas del pasado, de la mano del profesor de Griego D. Javier Murcia. Hoy nos trae una palabra que tiene relación con el lujo y, más concretamente, con el oro: Quilate, término que en muchas ocasiones ve confundido su origen con Kilo. Con la siguiente explicación, este error frecuente queda aclarado. Asomaos a este acantilado otra semana más.
QUILATE
Procede del griego κεράτιον que
significa literalmente “cuernecillo” (es el diminutivo de κέρας);
así llamaban los griegos a la algarroba por la forma de esta
legumbre. Las semillas de las algarrobas se usaban en la antigüedad
para pesar gemas y joyas, porque estas semillas tenían la propiedad
de ser muy uniformes en tamaño y peso. Los griegos usaron la semilla
como unidad de medida (equivalente a 0,189 gramos) y se difundió por
todo el Mediterráneo.
A nuestro idioma llegó a través del árabe y
dio la forma “quilate”; los italianos posiblemente la adoptaron
directamente del griego y escribieron “karato”; esta forma
italiana fue la que pasó al francés y luego al inglés, donde
encontramos “karat”.
Por tanto y aunque lo parezca, esta palabra no
tiene nada que ver con quilo- (o kilo); esta palabra también de
origen griego se explicará más adelante.
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