La rutina era la misma: levantarse, prepararse para empezar con su día, salir de su casa y darles algo de comer a los gatos que habían cerca de su casa. Así era todos los días hasta que algo llamo su atención, un hombre con los gatos que daba de comer, este no le habría llamado la atención tanto si no fuera porque la luz parecía desaparecer al entrar en contacto con él. Es ahí donde se dio cuenta, el hombre estaba muerto. ¿Cómo lo sabía? Las sombras a su alrededor eran iguales.
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