Aitana Monzón nació en Tudela (Navarra) en el año 2000. Aunque empieza a escribir desde muy pequeña, es a los doce años cuando se adentra en el mundo de la poesÃa. Se formó en literatura comparada en la Universidad de Kent y cursó Estudios Ingleses en la Universidad de Zaragoza, actualmente, además de escribir, se dedica a la investigación de la poesÃa fragmentaria, la ecopoesÃa y el legado anglosajón, de ahà que escriba su poesÃa tanto en español como en inglés. A lo largo de su trayectoria poética ha ganado varios premios, siendo el primero en 2010.
Busqué “Motherhood” en Google Arts&Culture
Tenemos edad ya de ser madres.
A dos asignaturas de acabar una carrera
todavÃa no sabemos qué haremos después, si
aprenderemos un nuevo idioma, si nos quedaremos
embarazadas por accidente.
Tu abuela a tus años ya daba de mamar.
Tu madre nunca te dio el pecho.
Tenemos miedo a que se nos agrieten los pezones,
a no tener suficiente leche,
a no saber si nuestra pareja nos hará abortar
o desaparecerá de pronto.
No hemos sabido cuidar de nosotras, no hemos
comprendido a nuestros cuerpos.
Nuestras abuelas no pudieron plantearse una maternidad.
Cuestionamos demasiado nuestra juventud: sÃ, mamá, tienes razón,
somos egoÃstas.
Nuestras abuelas no pudieron plantearse
siquiera una orientación sexual.
Hasta los treinta y pico no querremos saber nada de cambiar pañales
o saber cómo son las contracciones.
A los cuarenta se nos pasará el arroz, tendremos hijos prematuros,
las tetas caÃdas,
arrugas en los ojos
y no podremos llevar a los nenes a un parque de atracción:
nos sentiremos viejas.
Google Arts&Culture me enseña una pintura
datada a finales del siglo diecinueve.
Recostada en un diván, una niña sostiene a su bebé en brazos.
Una niña sostiene a su bebé en brazos.
Pudimos ser nosotras esa niña
o pudimos haber muerto al nacer
sofocadas por una presión alrededor del cuello.
No sabemos cómo nacimos,
ni tenemos un primer recuerdo de la infancia
que pueda distanciarnos del resto de la especie.
No hemos aprendido el ritmo de los cuerpos.
Seguramente,
nuestras abuelas
tampoco.
Para Pablo Sánchez, por su parte, en este poema la autora narra las diferencias de la vida que han vivido nuestras abuelas con las que viven las mujeres ahora. En la actualidad las mujeres no saben que van a hacer el dÃa de mañana, y tienen miedo e inseguridades por muchas cosas. También habla sobre la posibilidad de que las mujeres ahora pueden planteárselo todo y llegan a ser hasta un poco egoÃstas , algo que no podÃan hacer sus madres. Yo pienso que es una buena reflexión sobre la vida ya que a veces somos muy egoÃstas sabiendo que tenemos todo lo que queremos y sin ponerlos en la piel de la gente que ,en un pasado, no ha podido ni ser ni hacer lo que hubiese querido.
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