Seguimos en nuestra sección de etimología con palabras del campo semántico de la economía. En esta ocasión, Don Javier Murcia nos trae sueldo y salario. Su origen, como el de moneda y dinero, nos deparan las sorpresas propias de la evolución etimológica. Os animamos a asomaros a estos nuevos vocablos tan usuales en nuestros convulsos días...
SUELDO:
procede del latín tardío solidus, que
era el nombre de una moneda de oro; su nombre tenía que ver con su valor
“sólido” o “consolidado” (a diferencia de las demás monedas de valor escaso o
variable); en la Edad Media siguió siendo el nombre de una moneda cuyo valor
coincidía con la paga de un soldado. De hecho, “soldado” es una voz con la que
se designa en primer lugar al “mercenario” y solo mucho más adelante al hombre
de guerra en general. De todas formas, la palabra soldado se considera un
italianismo, pues llega a España a finales del siglo XVI imitando al italiano soldato.
SALARIO:
en nuestro idioma es un cultismo latino del siglo XV; procede directamente del
latín salarium que estaba formado
sobre sal, salis “sal”, la única roca
comestible para el ser humano y uno de los elementos más necesario para la
vida. Como las legiones romanas pasaban inviernos y veranos sobre las armas, el
Senado decidió que los soldados recibieran una paga fija. Esta paga se llamó en
un principio salarium porque se les
daba para que compraran la sal.
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