El rincón de los lectores del IES Gabriel Miró

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lunes, 19 de junio de 2017

Huellas del pasado:Trofeo y palabra

Terminamos la sección "Huellas del pasado" de este curso con dos palabras que, nuevamente, nos trae Don Javier Murcia, al que queremos agradecer su colaboración para poder llevar a cabo la idea que dio origen a este apartado de etimoligía. En concreto, acabamos el curso con dos vocablos que vienen muy bien para el final de curso: Trofeo, que esperamos sea lo que han conseguido la mayoría de nuestro alumnado con sus notas, y Palabra, eje al que siempre debemos recurrir como punto de arranque para cualquier acto comunicativo. Por última vez, asomaos al acantilado de la etimología...

TROFEO

Esta palabra proviene del latín tardío trŏphaeum, derivado del latín trŏpaeum, que a su vez está tomado del griego τρόπαιον. Τρόπαιον era el monumento que se erigía con los despojos abandonados por el enemigo justo en el lugar donde éste había dado la vuelta y había comenzado a huir; debemos recordar que en las reglas de la guerra antiguas, el vencedor era el que quedaba como dueño del campo y que no se dedicaban a largas persecuciones del enemigo. Por eso se creó este término en griego clásico sobre la raíz del verbo τρέπω que significa “dar la vuelta”. El trofeo era pues el símbolo de la victoria.

Está atestiguada en nuestro idioma desde el siglo XV.
 

PALABRA

Procede del término griego παραβολή que significa “comparación”, “alegoría” (formado con la preposición παρά y el verbo βάλλω “lanzar”); pasó pronto al latín como parabola con el mismo significado; pasó a nuestro idioma con algunos cambios: hacia el 1140 encontramos “parabla” que por metátesis (un fenómeno fonético por el que dos sonidos intercambian su posición) acabó por convertirse en “palabra”. También se produjo un cambio semántico, pues pasó a significar “frase”, una acepción corriente entre los siglos XII-XIV y de ahí terminó con el significado actual de “vocablo”.
Es curioso que más adelante, a mediados del siglo XV, el término griego se introdujera de nuevo en nuestro idioma como cultismo, con un significado similar al original griego: “parábola”.
En otros idiomas que proceden del latín también se encuentra: en italiano parola, en francés parole, y en catalán paraula; el término latino para “palabra” era verbum pero fue descartado ya que estaba provisto de demasiada carga teológica cristiana.